sábado, 26 de marzo de 2011

Déficit Atencional con hiperactividad

Clases especiales, profesores flexibles, evaluaciones diferenciadas y apoyo de expertos son algunas técnicas
que empiezan a usarse en las escuelas. Eso sí, nada sirve si la familia no se involucra en el proceso.

MANUEL FERNÁNDEZ Y AMALIA TORRES
Se estima que entre el 12% y 15% de los niños sufre de síndrome de déficit atencional e hiperactividad.
“Están en todos los colegios”, dice la neuropsiquiatra infantil Amanda Céspedes.
Esta alta cifra hace que muchos padres opten por llevarlos a colegios “especiales”, que son vistos, por la
doctora, como una forma silenciosa de “restaurar la deteriorada autoestima de tantos chicos, salvando a la sociedad
de potenciales antisociales a futuro”. Y agrega: “Si bien no estoy de acuerdo con su existencia, acepto
que constituyen una necesidad”.
El problema es que más que una opción, para muchos alumnos estos colegios son la única alternativa. Antes
de llegar a ellos han probado en diferentes establecimientos que terminan expulsándolos por ser más desordenados
que el resto.
“Un niño que es reprendido 10 ó 15 veces pone la clase cuesta arriba. Eso explica por qué en muchas partes
les sacan el cuerpo”, sentencia el padre Anselmo Espinoza, rector del San Pedro Nolasco.
Amparo Jercic sabe de esto. Su hijo Fernando, de 17 años, ha pasado por tres colegios distintos. “No todos
tienen la predisposición de ayudarlo y en dos le cancelaron la matrícula. Al final esto ha repercutido en su autoestima,
porque siente que resaltan slo las cosas negativas que hace”.
Ante esta realidad, los expertos consultados llaman a la alerta. Coinciden que los colegios deben mantener a
estos niños en sus aulas, siempre que los profesionales de la escuela y las familias se comprometan a implementar
un apoyo sistemático en conjunto.Distintos métodos
Para lograr una integración positiva se requiere una acción comprometida de los propios establecimientos.
Eso se traduce, por ejemplo, en sistemas de evaluación diferenciada afines con la dinámica del alumno. “Eso
equivale a un mayor trabajo del profesor y del equipo que está a cargo del proceso de aprendizaje. Y también
supone que el curso, papás y compañeros, tenga una alta cuota de comprensión”, explica el padre Espinoza.
Este trabajo, en el San Pedro Nolasco, se resume en un seguimiento semanal de la evolución de los niños.
En el colegio San Nicolás de Myra, el método se basa en el orden. “Si hay un ambiente desordenado en la casa
y el niño ve lo mismo en la sala, es poco lo que se puede hacer”, señala su directora, Patricia Merino. Y añade que
eso implica un profesorado “puntual, con objetivos claros, que prepare las clases”.
En el colegio Santa Cruz de Chicureo apuestan por la flexibilidad. Para cada contenido se proponen distintas
formas de abordarlo, según el alumno. Además, se les asignan pequeñas responsabilidades a los niños, como ser los
encargados de apagar la luz o de repartir los libros, con el fin de que se sientan valorados.
Otra clave está en los docentes: “Lo primero es capacitar al profesor en el reconocimiento y abordaje del alumno”,
explica Amanda Céspedes. La idea, apunta, es ir más allá de sólo cambiar al niño de puesto.
Pese a los diversos métodos hay coincidencia en que la clave es el apoyo familiar. Sin él, aseguran los expertos,
la labor del colegio es imposible.
“En general, colaboran. Pero hay quienes se resisten a aceptar que su hijo tiene dificultades en el aprendizaje,
conducta o madurez”, señala el padre Anselmo Espinoza. Patricia Merino coincide: “Los casos exitosos siempre se
deben a que ha habido confianza con los papás”.
Evitar la segregación es clave, ya que ella no sólo afecta a quien es marginado, sino también al resto del curso.
“Somos parte de una misma sociedad y hay que aprender a convivir con todos, y ese aprendizaje hay que tenerlo
fundamentalmente en la edad escolar”, apunta la psicóloga de Valoras UC, Isidora Mena.
Y es que en la actualidad este tipo de contenidos cobra especial relevancia. “Saber matemáticas es tan importante
como saber trabajar en equipo, saber lenguajes es tan importante como saber tolerar la diferencia y usarla
creativamente”, dice Mena.¿ALUMNOS PROBLEMÁTICOS?.

AMPARO JERCIC
Madre de niño con déficit atencional
“No todos los colegios le hacían una evaluación diferenciada, aunque era lo que los especialistas me recomendaban.
Para ellos era un problema que necesitara una prueba oral y no escrita como el resto, por ejemplo”.
ANSELMO ESPINOZA
Rector Sn. Pedro Nolasco
“Verlos como niños problema es un mal punto de inicio para un proceso de cambio. Sí, las dificultades son
reales, pero la pregunta es qué hacer frente a ellas. Cómo podemos ayudar a esos menores para que sean adultos
completos”.
AMANDA CÉSPEDES, NEUROPSIQUIATRA INFANTIL
-”Los niños con déficit atencional pueden aportar ideas originales y mostrar al profesor el valor de pensar desde
nuevas perspectivas”. Amanda Céspedes, neuropsiquiatra infantil.
(ALEXIS VALDÉS)
DISTRAIDO.-
-Impulsividad y desconcentración son rasgos de los niños hiperactivos. Por eso son objeto de constantes retos,
DÉFICIT ATENCIONAL E HIPERACTIVIDAD EN LAS AULAS:
ES EL RETO DE LOS COLEGIOS DE HOY
INTEGRAR A LOS NIÑOS CON PROBLEMAS DE APRENDIZAJE

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